Génova, 08. Febrero 2005
Giulietto Chiesa: En Génova las fuerzas del orden carecían de preparación y qualificación

Audiencia nr. 37 en el proceso por devastación y saqueo durante el G8 en Génova.
Una audiencia larga y agitada: la declaración de Giuletto Chiesa es pormenorizada y analítica, mientras la de Fiorillo es fragmentaria y anómala.

Chiesa da su propia versión de los hechos del 20 de julio: “El despliegue fue un error, debían mantenerse quietos, en cambio dieron lugar al desorden, dejando al descubierto los flancos. Fue un error técnico”. En relación con la manifestación de los “tute bianche” denuncia la inadecuada reacción de las fuerzas del orden que cargaron contra los manifestantes, disparando botes de gas lacrimógeno a su altura y sobretodo “no dejándoles ninguna vía de escape: considero un milagro que no muriera nadie en aquel desorden”.

El comisario adjunto de la comisaría de Nápoles, Maurizio Fiorillo, uno de los dos funcionarios presentes en la plaza Alimonda, específica rápidamente en cambio que no se acuerda de casi nada, tanto es así que hasta el fiscal da muestras de extrañeza de esta falta de memoria, subrayando lo excepcional de esos días inolvidables. Hay muchos puntos oscuros en su declaración: Fiorillo es el único agente de los implicados durante los días del G8 que no ha presentado una lista de agentes en servicio. Un tanto extraño para un funcionario de policía que ha sido testigo de un homicidio.