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[proceso a los 25] audiencia 60

El doctor que hizo la autopsia de Carlo Giuliani: "El escan TAC mostraba un fragmento, pero no lo hemos encontrado"

Génova, 4 de octubre de 2005
Audiencia 60 del juicio contra 25 manifestantes acusados de devastación y saqueo durante el G8 de Génova del 2001.

Una vez más brilla por su ausencia uno de los oficiales de los carabineros, protagonistas de los hechos de la plaza Alimonda. Esta vez se trata del carabinero coronel Giovanni Truglio(*) en el momento de los hechos teniente coronel y comandante de los CCIR (el comando antidisturbios de los carabineros creado especificamente para el G8 y presuntamente disuelto después). Truglio, actualmente coronel de los carabineros, presenta un certificado médico válido para justificar su ausencia.

Así que la audiencia comienza con el testimonio del testigo Marco Salvi, asesor de la fiscalía, autor del informe sobre Mario Placanica y uno de los dos médicos que hicieron la autopsia al cuerpo de Carlo Giuliani. La defensa le llama en relación con esta autopsia en un intento de verificar su credibilidad ya que la autopsia fue calificada de "superficial" hasta por el mismo fiscal Franz que consiguió que el procedimiento judicial sobre los hechos de plaza Alimonda fuera archivado. También la fiscalía pide examinar al testigo en lo concerniente a lo expuesto por Raffone, el otro auxiliar en la camioneta defender de Placanica, que testificó ante el tribunal hace algunos meses. La corte acepta las dos peticiones, y después de la pausa, la audiencia comienza.

Pero entre la decisión de la corte de admitir al testigo y su posterior examén, se llama al inspector jefe de la DIGOS de Milan, Marco Cavalli, a identificar a algunos de los acusados. Como siempre, la manera de transferir el material utilizado para la identificación entre las diferentes fuerzas del orden resulta caótica y tardía. También como es habitual la fiscalía tampoco ayuda en esta situación presentando las pruebas de manera vaga e imprecisa. Esto ralentiza considerablemente el examén que se ha basado en fotos y videos que la DIGOS genovesa ha mandado a la oficina milanesa.
Cavalli está siempre absolutamente convencido de la identidad de los presuntos implicados hasta en fotos distorsionadas y en situaciones que él no ha presenciado. Para mostrar su dedicación también identifica a otros ocho militantes milaneses que no tienen relación alguna con el proceso, en algunos casos leyendo los nombres directamente de su informe. Trás el examen de la fiscalía, Cavalli baja de la tribuna a la que tendrá que volver para el careo de la defensa.

Salvi vuelve al aula del juicio para ser examinado por la fiscalía y la defensa. El examen de la fiscalía es corto y le toca a la defensa probar la credibilidad del testigo. Salvi responde a las preguntas formuladas por el abogado Menzione recordando que en el escan CAT del cuerpo de Carlo Giuliani "aparecía un fragmento de bala" que no apareció durante la autopsia. "¿Fué porqué no lo buscaron o porqué no apareció?" pregunta Menzione. "No lo encontramos" responde Salvi. Es importante recalcar que el fragmento de bala podría haber sido extremadamente útil para caracterizar el tipo de balas utilizadas ese día, ya que las balas que fueron disparadas no han sido jamás encontradas. Así se podrían aclarar múltiples aspectos de los hechos ocurridos en la plaza Alimonda que siguen inciertos.

Después de la negativa de Placanica de declarar en la última audiencia, tán solo se puede esperar que el coronel Truglio, otro personaje principal de la jornada del 20 de julio de 2001 testimonie pronto.

(*)
Durante los hechos del G8 en Génova, Truglio era el comandante de las cinco CCIR, los comandos antidisturbios de los carabineros creados especificamente para el G8 y equipados con nuevas armas y equipamiento.
Como sus "colegas" Claudio Cappello y el general Leonardo Leso, Truglio ha formado durante mucho tiempo parte de la élite militar italiana en el extranjero. Sus proezas en Somalia, por ejemplo, estan unidas a un famoso episodio conocido por "Check Point Pasta" que resultó en la muerte de cientos de somalíes. El General Loi, que dirigía las tropas italianas en Somalia durante la misión Ibis, recuerda lo acaecido en su libro "Peace-keeping: ¿guerra o paz?" (publicado en italiano por Castelvecchi). Truglio se distinguió en este incidente incluso llegando a recibir una herida leve en el fuego cruzado. Siempre en relación con Somalia, el capitan Truglio también merece mención en el famoso diario del marechal Aloi, como persona informada sobre la tortura perpetrada por militares italianos contra la población somalí. Para esclarecer estos hechos se creó una comisión de investigación que se disolvió sin llegar a ninguna conclusión.
Para consultar el curriculum vitae completo del actual colonel Truglio aconsejamos el sitio web de la EUROFOR (las fuerzas de la Unión Europea en Bosnia y Herzegovina).
http://www.euforbih.org/commanders/ipu/t050505a.htm.
Nacido en 1959 en la provincia de Cosenza (¿quizás tenga algún conocido entre los exponentes de Alianza Nacional en Calabria?), es parte del regimiento Tuscania desde 1989 y participa en numerosas misiones en el extranjero: Somalia, Albania, Iraq y recientemente Bosnia. En septiembre 2004 se convierte de hecho en el comandante de la MSU (Multinational Specialized Unit) y en diciembre en comandante de la IPU, (Integrated Police Unit). De este ultimo encargo ha sido sustituido a su vuelta a Italia hace pocos días, el 26 de septiembre del 2005.
En Génova Truglio era comandante de los CCIR (grupos de contención e intervención resolutiva). Durante las declaraciones de algunos testigos en el proceso contra los 25 manifestantes acusados de devastación y saqueo, su nombre aparece en numerosas ocasiones. En particular el teniente Mirante, jefe de una de las compañías dirigidas por Truglio, durante su declaración que mezclaba tecnicas y tácticas militares y con cuentos de hadas de carabineros, recordó que fue el propio Truglio quién le dijo que "quizás tu conductor ha atropellado a alguién". Por lo tanto Truglio constituye un testigo más, capaz de responder por los hechos de la plaza Alimonda que trás el silencio de Placanica parece proseguir hacia un mar de reticencias, dudas y informaciones no reveladas.