Génova, 25 de enero del 2006
Sesión 21 de la vista oral en el proceso por la escuela DÃaz
El relato de Mark Covell, periodista y activista de medios británico, escuchado hoy en la sala durante la sesión 21 de la vista oral, es claro y preciso:
Por la tarde, poco después de entrar junto a otra persona en la escuela DÃaz, alguién da la alarma de una redada policial, y los dos se dirigen a la salida e intentan escapar. Su amigo consigue refugiarse en el edificio Pascoli, Mark Covell, no: "Fuà rodeado por 5 policÃas, me acuerdo que gritaba 'soy periodista' pero un policÃa mostrándome su porra me dijo 'tu eres un blackbloc y vamos a linchar al blackbloc', me lo dijo en inglés. Se pusieron a pegarme por todas partes, permanecà en pié, después fuà cargado por policÃas con sus escudos. Todo duró dos o tres minutos".
Es la primera paliza que sufre Covell. Sigue otra: "Intenté correr para escapar, pero no habÃa manera. Cuando me arrinconaron contra el muro me golpearon en las rodillas y me derrumbé. En este momento noté cuantos policÃas estaban en la calle, parecÃan doscientos y temÃa por mi propia vida".
TodavÃa no habÃa acabado, porque aún tendrá lugar un tercer dramático ataque: "Llegó otro policÃa que se me acercó y comenzo a pegarme por tercera vez. No me acuerdo cuantos golpes sufrÃ, me dieron golpes en los dientes y golpes detrás de la cabeza. En este momento perdà el conocimiento".
En el vÃdeo que ha sido mostrado en la sala se ven agentes del séptimo núcleo de la primera unidad móvil de Roma, cuyo jefe es uno de los más conocidos imputados, el comandante Vincenzo Canterini. Es el momento de defender a sus hombres. Silvio Romanelli crea momentos de tensión apelando a cuestiones técnicas que poco pueden contra la realidad del vÃdeo mostrado. Sus clientes se distinguen nitidamente respecto a las otras unidades implicadas aquella noche.
S.S., tercer testigo de la jornada lo especifica reconociendo su cinturón negro y recordando su "tonfa": "Lo levantaban por encima de la cabeza"- explica- "y he visto que también lo cogÃan al reves y lo usaban como un hacha". El jóven después relata: "Me pegaron unas cinco veces, en la cabeza, donde me hicieron una honda herida, y sobre los brazos, porque intentaba cubrirme. Solo cuando un policÃa gritó "basta" dejaron todos de pegarme.
Và una mujer, Melanie Jonasch, en un charco de sangre, no se movÃa. Temà que hubiera muerto". De esta sesión 21 de la vista oral emergen por lo tanto algunos elementes relevantes además de la dramática vivencia de Mark Covell que le acompañará toda la vida, deberá aún ser operado de una mano y de la espina dorsal.
Mañana, 26 de enero se proseguirá con más testigos alemanes.