Génova, 28 de febrero 2006

La sesión de hoy se abre con la decisión de los magistrados de admitir el reconocimiento fotográfico de las partes lesas sólo en el caso de que ya se hubiera hecho previamente en el interrogatorio de la fiscalía o en el caso que fuera relevante en base a los testimonios de los testigos.

Han testimoniado seis personas en estos dos últimos días. En la sesión de ayer, lunes 27 de febrero, depositaron su testimonio tres testigos que han relatado la violencia y las humillaciones sufridas en el cuartel de Bolzaneto, hechos por los que están a juicio 45 personas.

El primero de los tres testigos recuerda las palizas y la singular invitación de un agente de la DIGOS poco antes de abandonar el cuartel. "Me aconsejo ir a dormir a la sede del GLF", es decir a la escuela Díaz, asaltada la noche después por las fuerzas del orden.

El tercer testigo fue arrestado mientras se encontraba en un bar. Recuerda con precisión las patadas con las que le obligaron a entrar en la celda, recuerda las palizas con los guantes acolchados y finalmente los insultos fascistas con vistas a establecer la pertenencia ideológica de los arrestados. "Los agentes decían que gracias a Berlusconi habían podido hacer todo lo que querían".

Los relatos establecen, uno detrás de otro, los detalles de aquella locura. "En el corredor se bailaba continuamente, parecía un vals" así describe M.D. el pasaje por el corredor entre dos filas de policías donde "cada una contribuía".

M.D. es arrestado con su amigo S.D. Los dos son llevados primero a la comisaría de San Fruttuoso y de allí, aproximadamente a medianoche a Bolzaneto. Se encuentran entre los últimos que llegaron al cuartel en la noche del 20 de julio. "En la celda había huellas de sangre en el muro a la altura de la cabeza". Así describen Bolzaneto por la noche. No faltaban tampoco las menciones al fascismo, la canción fascista Facetta Nera como sonido de los móviles, las continuas referencias al "duce", la violencia gratuita. "Que te pegaran en la cabeza era una de las modalidades utilizadas por los guardias carcelarios para hacerte permanecer en posición: cara a la pared, pierna abiertas, manos esposadas detrás de la espalda" relata S.D. "Un joven alemán en la misma celda que nosotros se desmayaba continuamente en el corredor y le arrastraban al baño, de donde salía calado, pero no conseguía mantenerse en pie, estaba tan mal que finalmente le tuvieron que llevar al hospital". Los dos jóvenes también han conseguido reconocer en las fotografías mostradas por el fiscal al agente Antonio Gugliotta como el agente que les pegaba y humillaba repetidamente en el corredor. M.D. también ha reconocido a Giuliano Patrizi como uno de los agentes que entraba en la celda a maltratarle, el mismo que se encarnizó particularmente con el joven alemán.

La sesión concluye con otros pequeños detalles como el falso parte médico escrito por el doctor Toccafondi donde declara que M.A. "se lamenta de lesiones en el cuero cabelludo pero no presenta signos visibles" cuando en realidad, como muestran las fotos de identificación, el joven muestra una evidente y amplia herida en el frente.

Esos "segundos que parecían horas" encuentran al finalizar esta sesión 17 cada vez más su sitio en la reconstrucción de la sádica y enferma locura que tuvo lugar en Bolzaneto hace cinco años.

Próxima sesión: lunes 6 de marzo 2006.