Génova, 08. de marzo 2006

El hombre que daba las órdenes y "parecía el jefe" tenía barba y casco pero iba vestido de paisano con un traje elegante. Así han descrito los testigos de la esta última sesión a Francesco Gratteri, en su momento dirigente superior y jefe del SCO (servicio central operativo de la policía) y después del antiterrorismo.

La joven alemana le describe en el gimnasio, dando órdenes y asistiendo en la perquisición. También le reconoce en un video mostrado en la sala. Este testimonio corta de manera sorprendente el desarrollo del proceso contra los 29 funcionarios, dirigentes y agentes de policía acusados por los hechos de la escuela Díaz en julio del 2001. Justo en el momento en el que se analiza principalmente la responsabilidad de los imputados por lesiones, los canterini boys, por su comportamiento en el interior de la escuela aparece el nombre de uno de los más importantes imputados, acusado por los delitos de abuso de autoridad, falso testimonio y calumnia, por los dos molotov introducidos en el colegio por las fuerzas del orden como prueba contra los arrestados.

Gratteri que siempre había destacado su rol de "observador" más que de dirigente, se encontraba por lo tanto en el interior de la escuela para asegurarse de que todo procedía según el programa. Con personas heridas por tierra, ordena a quién todavía se mantiene en pie de caminar con "los ojos bajos" mientras observa la operación de "requisa" de sus subordinados. Para su defensa se abren nuevos y complicados escenarios.

Próxima sesión, mañana, jueves 9 de marzo 2006.
Audio:
http://italy.indymedia.org/news/2006/03/1012905_comment.php#1012912